Un feto de aproximadamente tres meses de gestación fue encontrado entre heces fecales por un plomero que reparaba una tubería de aguas servidas en el callejón de la casa 3034, en Calle Cuarta, Avenida Central.
El hallazgo que mantiene en asombro a los vecinos del sector y de la conocida "Cajetita de Fósforos", provocó que al lugar asistieran funcionarios de la Policía Técnica Judicial para investigar la identidad de la mujer que se atrevió a practicarse el aborto y arrojar por el escusado a la criatura en formación.
Era visible la formación del cuerpo, cabeza, manos y pies del feto, que aún mantenía el cordón umbilical.
Cabe señalar que los casos de abortos en lo que va del año, ha ocupado el tapete social toda vez que tanto en las provincias centrales como en la ciudad capital, se han dado hallazgos continuos de productos concebidos por los humanos y posteriormente expulsados a la naturaleza por la fuerza. El hecho es un crimen castigado por la Ley.