Muchas de las enfermedades que padecen los seres humanos son ocasionadas por la falta de ambientes saludables; consecuentemente, prevenir cualquier afección en la salud, pasa necesariamente, por una tarea de prácticas ambientales.
La prevención no sólo del virus del "hanta", sino también de otras enfermedades que son ocasionadas a causa de ambientes poco saludables, requiere un constante mantenimiento de prácticas de limpieza.
Si en la casa se disponen sitios, por ejemplo, depósitos donde se guardan muebles en desuso, atados de periódicos, cajones viejos, o ropas que ya no se utilizan, es preciso conocer que estos lugares son el hábitat propicio de cucarachas, grillos, mosquitos y las ratas transmisoras del hanta.
Respecto a los lugares donde se almacenan alimentos para el consumo cotidiano, como así también los graneros pequeños, o los silos de almacenamiento a gran escala, estos lugares son los ambientes o espacios que atraen a cualquier tipo de sabandijas.
Aunque a los ratones se los encuentran preferentemente entre cultivos y pastizales, fácilmente, por no decir, casi seguro, se anidan en los lugares donde, en primer lugar, tienen asegurado su alimento, y en segundo lugar les sirve de guarida.
Teniendo en cuenta lo anterior, proveer un ambiente saludable significa no propiciar el hábitat, y por otra parte desechar cualquier tipo de foco de contaminación de posible enfermedad.