Un juez militar estadounidense que investiga a tres soldados por las torturas de iraquíes en la prisión de Abu Ghraib ha decidido que no puede demolerse el edificio porque es "escena de un crimen", dijo el abogado de uno de los soldados procesados.
"El presidente George W. Bush habló a los estadounidenses y les dijo 'Echaremos abajo la prisión de Abu Ghraib'", declaró a la cadena CNN de televisión el abogado Paul Bergrin.
Bush dijo en un discurso que estaba dispuesto a derribar la prisión para acabar con el simbolismo que acarrea.
Bergrin representa al sargento Javal Dervis, uno de los soldados procesados por los abusos a que fueron sometidos los detenidos iraquíes en esa prisión cercana a Bagdad.
"Abu Ghraib es la escena de presuntos crímenes", añadió Bergrin. "Allí hay pruebas físicas, forenses y científicas. El juez tuvo la integridad de aceptar mi moción y de decirle al presidente de Estados Unidos: 'Usted no toca esa prisión'".
ACUSADOS
Los tres acusados son los sargentos Javal Davis, de 26 años, e Iván Frederick, de 37, y el cabo Charles Graner, de 35.
Graner, que se enfrenta a una pena de 24 años de cárcel, está acusado de saltar sobre varios prisioneros mientras estaban tirados en el suelo, además de golpear a algunos presos en las manos y en los pies, y de noquear a otro de un golpe en la sien.
El sargento Frederick, cuya condena podría llegar hasta 16 años de prisión, está acusado de obligar a masturbarse a varios presos, formar pirámides humanas con otros detenidos desnudos, y amenazar con electrocutar a otro.
Por último, el cabo Davis está acusado de diversos maltratos de prisioneros, incluidas palizas, y de incitar a varios de sus compañeros para que abusaran de los convictos.
La condena de este soldado podría llegar hasta los ocho años y medio de cárcel y, como los otros dos acusados, de encontrársele culpable también sufriría la degradación en su rango, la suspensión de empleo y sueldo, y la expulsión con deshonor del Ejército.
A los militares estadounidenses se les acusa de cientos de violaciones y torturas. En la cárcel de Abu Ghraib, según organismos de derechos humanos, murieron 25 iraquíes desde 2003.