El Papa Juan Pablo II dijo al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, cuya administración planea legalizar el matrimonio entre homosexuales, que España debería conservar los valores éticos y morales enraizados en su cultura cristiana.
Zapatero realizó un viaje relámpago especial a Roma sólo para ver al Pontífice, de 84 años.
El hecho de que no tenga entrevistas con líderes italianos subrayó la importancia que el primer gobierno socialista español en ocho años otorga a sus relaciones con el Vaticano, que habían comenzado siendo un poco tirantes debido a las diferencias sobre asuntos morales.
El Pontífice polaco, de 84 años, dijo que España tenía que "conservar los valores culturales y morales, al igual que sus raíces cristianas".