El hombre que se convirtió en la primera persona en pilotear una nave privada en el espacio calificó a su vuelo como "una experiencia religiosa" después de su exitoso aterrizaje el lunes.
El piloto Michael Melvill aterrizó en el Desierto de Mojave, unos 150 kilómetros al norte de Los Angeles, después de que la nave SpaceShipOne alcanzara una altitud superior a los 100 kilómetros, lo que es considerado el límite entre la atmósfera y el espacio extraterrestre.
"Mirar a la Tierra desde allí arriba es casi una experiencia religiosa. Es algo maravilloso de observar. Uno puede ver la curvatura de la tierra", dijo Melvill.
La jornada, que pasa a la historia de la aviación y la conquista espacial, comenzó con el despegue del avión White Knight, que transportó al SpaceShipOne hasta una altitud de unos 15.200 metros, donde la sonda se separó de la aeronave.