Chuzo Azai, presidente de la Asociación Panamá-Japón para la Conservación del Ambiente, es un convencido de que los árboles son el elemento básico para cualquier ecosistema.
Hace diez años llegó a Panamá, y atraído por la exuberante belleza natural; Azai se estableció en el país para contribuir a la conservación ambiental, mediante el desarrollo de un turismo sostenible.
Señaló que para los japoneses, "Panamá es la tierra desconocida", por lo que ha hecho importantes contactos para atraer turistas de ese país asiático, a fin de que conozcan los bosques tropicales, las áreas protegidas y la cultura indígena en la región de Kuna Yala.
Su deseo es fortalecer los vínculos entre ambos países y buscar mayor apoyo del gobierno japonés para aminorar la deforestación en Panamá.
Además de la promoción del ecoturismo, como una alternativa para mejorar la calidad de vida de la población, Shuzo Azai construyó un vivero en su residencia para realizar actividades de reforestación y apoyar a la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) en la gestión ambiental.
Recientemente, donó 1, 000 plantones al Departamento de Desarrollo y Manejo Forestal de ANAM, que fueron utilizados para reforestar a orillas del Río Pacora, como parte de las actividades del Día del Árbol, el 18 de mayo pasado.
En un corto plazo, Azai pretende comprar semillas y plantones a productores indígenas, con el propósito de brindarles un apoyo económico e impulsar la reforestación en áreas que se ven fuertemente amenazadas, especialmente por la construcción de infraestructuras turísticas.
En este sentido, el ambientalista pide mayor conciencia en la protección de los recursos naturales y hace un llamado a valorar los tesoros ecológicos que podrían constituirse en fuentes de ingresos para aminorar la situación de pobreza y pobreza extrema en las áreas protegidas.
Por su parte, Rafael Perea, del Departamento de Desarrollo y Manejo Forestal de la ANAM, aseguró que los técnicos de la institución le ofrecerán apoyo a la Asociación Panamá-Japón para la Conservación del Ambiente, en la ampliación del vivero que cuenta con especies frutales, maderables y ornamentales, lo que permitirá el ordenamiento y el buen manejo de los plantones que luego serán sembrados en áreas amenazadas por la deforestación.