Túnez salvó en el minuto 93 un empate (2-2) frente a la cenicienta del grupo H, Arabia Saudí, en un partido que registró varios cambios de mando y cuyo resultado recrudece la teórica lucha por el segundo puesto de la serie.
El conjunto saudí, que controló la segunda parte, vencía en el minuto 93 cuando en un falló defensivo, Jaidi anotó de cabeza el tanto de la igualada. Antes, Sami Al Jaber se convirtió en el minuto 84 en el primer jugador asiático que marca en tres Mundiales distintos, algo que hasta hoy sólo había logrado el español Julio Salinas.
Las dos selecciones en teoría más flojas del grupo H, que completan España y Croacia, presentaron un fútbol voluntarioso pero lleno de imprecisiones en las jugadas de ataques, que generalmente intentaron completar en acciones individuales. Túnez dio muestras de ser un equipo más consistente con un medio del campo bien colocado, mientras que el conjunto saudí sólo intentó jugar al contragolpe con acciones por el centro, a través de Al Kahtani y subidas por la banda derecha del medio Noor o del lateral Dokhi, que en contadas ocasiones lograron pases peligrosos. En el m.23 Trabelsi ejecutó una falta que fue despejada en fallo por la defensa árabe y el balón quedó suelto para el remate a gol de Jaziri, el jugador más activos de los magrebíes pero que en ocasiones pecó de individualista. Curiosamente, tras el empate, el técnico brasileño introdujo en el campo a dos delanteros para intentar sentenciar el partido por el desconcierto de los rivales.
CUARTO
Túnez, que disputa su cuarto Mundial, se quedó otra vez sin conseguir la segunda victoria de su historia.