Los cubanos se preparan para vivir de lleno la fiesta del Mundial de Fútbol, disciplina sin tradición sólida en la isla pero que estos días se practica en las calles . En algunos barrios de La Habana, la fiebre del fútbol ya empezó a entorpecer el tráfico y el paso en las aceras, donde niños y jóvenes apuntan sus balones hacia porterías imaginarias o improvisadas con muebles.