Selecciones de presos iniciaron ayer en la prisión de Khong Prem de la capital Bangkok la disputa de su particular campeonato de fútbol "Entre Rejas" que por tercera vez se disputa en paralelo a la Copa del Mundo que empezó hoy en Sudáfrica.
Los equipos, formados por siete jugadores y dos técnicos, se nutren con los más de 10.000 extranjeros de 90 nacionalidades que cumplen condena en el país asiático, según el director general del departamento de Prisiones, Thanis Sriyaphan.
Tras la ceremonia de inauguración se disputó el partido inaugural que, como el que tendrá lugar mañana en Johannesburgo, enfrentó a Sudáfrica y México, con el resultado final de empate a uno.
Los africanos estuvieron representados por jugadores de su propia nacionalidad mientras que por los aztecas jugó un combinado de internos extranjeros y tailandeses procedentes del centro de Khong Prem y del penal de máxima seguridad de Bang Khwang.