La fiebre mundialista ha llevado a todos a pensar sólo en los goles que "lloverán"; sin embargo, un dato que también hay que detenerse a analizar es la alimentación de todos esos futbolistas que entregarán alma y corazón en la cancha, tomando en cuenta que según un estudio de la FIFA, durante un partido de fútbol, un jugador profesional corre una medida de diez a trece kilómetros, su ritmo cardíaco alcanza el 85 por ciento del máximo y la demanda de oxígeno supera el 70 por ciento del máximo que se puede inspirar.
La comida del país sede de los juegos mundialistas es rica en carnes, frutas y verduras, aunque propios y extranjeros optan por los mariscos, y su rica preparación en restaurantes muy cerca de las costas. Los curris y las salsas picantes son típicas y muy buenas, ejemplo el "Chutney", salsa hecha a base de frutas.
Ahora, no han faltado vendedores ambulantes que exhiban sus productos muy cerca del estadio en donde se desarrollará la actividad futbolística.
También hay una variedad de vinos blancos, rojos y locales, y jerez, brandy y licores. La cerveza es también muy buena.
Algunos chefs de las selecciones han comentado que lo único que les preocupa es el aspecto del agua para lavar los alimentos, incluso para cocinar. Pero está la opción del agua embotellada.