Las balas continúan protagonizando escándalos en San Joaquín, donde la mayoría de los protagonistas son menores de edad, que en medio de cruces de disparos afectan a residentes.
A las 10: 45 de ayer, viernes, procedente del área antes mencionada, en la ambulancia 316 de DENADE, Alexis Suárez, de 26 años, adolorido, llegó al cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás con dos impactos de bala en el tórax, uno en el abdomen, 1 en el muslo izquierdo y otro en el muslo derecho. Todos los impactos fueron producidos por armas de fuego que usaron sujetos desconocidos contra su cuerpo.
El índice por el uso de armas de fuego en ese barrio, es cada vez más grande y peligroso. A pesar de que la Policía hace un esfuerzo por capturar a los delincuentes, ellos continúan haciendo de las suyas a diestra y siniestra.
En lo que va del año han sido muchos los que han recurrido al nosocomio en busca de ayuda ante las graves heridas producidas durante los delitos que cometen los delincuentes, como robos a mano armada. Los maleantes son capaces hasta de matar para despojar a sus víctimas de sus pertenencias.
Las estadísticas indican que los maleantes aprovechan generalmente los fines de semanas para cometer sus fechorías perjudicando a otros. Aunque la ola de inseguridad ya no tiene horario ni calendario.
Las avenidas, calles, esquinas y barrios son los escenarios más comunes. Los testigos de los hechos violentos, muchas veces se acogen al Código del Silencio por temor a represalias.
Las rondas de profilaxis social que mantienen las autoridades son precisamente para evitar que situaciones como éstas se susciten, pero en la actualidad, San Joaquín es un área considerada de cuidado en cuanto a la seguridad, y donde las rivalidades entre pandilleros ocasiona daños a inocentes.
