El 6 de junio de 1976 Twenty Century Fox estrenó una película que hasta el sol de hoy aterroriza su público, La Profecía.
Ayer, treinta años después estrenan la misma película, pero con un elenco renovado y contando la misma historia.
Aunque hubo varias secuelas de La Profecía del '76, ninguna tuvo tanto éxito como la original.
En el "Día de la Bestia" filas de personas esperaban por ver un cuento diferente, pero después de tanto esperar se encontraron con lo mismo.
Robert Thron, un diplomático norteamericano destinado en Roma, pierde a su hijo el mismo día del parto de su esposa y, temeroso de que a ella le afecte psicológicamente, decide adoptar a un recién nacido sin que ella sepa la verdad.
Cinco años después, la niñera del niño se suicida en extrañas circunstancias y comienzan a suceder en el entorno de la familia Thorn hechos inexplicables.
Aunque no soy crítico de cine, creo que la mejor parte del film es el principio, cuando en Roma los obispos unen los cabos de los acontecimientos actuales que parecen estar presagiando lo que será el "Fin del Mundo".
Para los más jóvenes que quizás nunca vieron la de 1976, es perfecta, pues reúne los mimos elementos, pero para quienes si fueron testigos de la primera, tal vez piensen igual que yo, no tiene nada del otro mundo, más que una repetición. Eso sí, acompañada de tremenda publicidad.