La temporada de huracanes en el océano Atlántico comenzó como una amenaza añadida para el medioambiente en la costa del Golfo de México, pues puede llevar el derrame de petróleo tierra adentro y contaminar marismas y ríos.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por su sigla en inglés) advirtió que podría ser una de las temporadas más activas en la historia.
Prevé la formación de entre 8 y 14 huracanes, de los cuales la mitad podría ser de gran potencia, además de entre 14 y 23 tormentas tropicales.
El lugar donde se hundió la plataforma que dio lugar al derrame de petróleo está en el camino de paso de algunos de los huracanes más devastadores, como el "Camille" en 1969 y el "Katrina" en 2005.
Los científicos creen que el petróleo depositado en el mar no impedirá la formación de las tormentas.
Un huracán dificultaría las operaciones de limpieza, en las que actualmente participan más de 20, 000 personas y 1700 barcos.
Además, el viento y el oleaje podrían llevar el crudo hacia el interior de estuarios y marismas, los cuales son un eslabón muy importante en el ecosistema del Golfo de México.
Mientras, British Petroleum (BP) se prepara para poner en práctica una nueva tentativa para detener el flujo de hidrocarburos, después de que el sábado reconociera que su anterior idea no funcionó.
La petrolera usará robots submarinos para serrar una tubería, ponerle un sello y llevar el petróleo y el gas natural hasta un barco en la superficie, una operación arriesgada cuyo éxito no está garantizado.
EVALUACION
El presidente Barack Obama dio órdenes a los jefes de una comisión investigadora independiente que examinen las causas del derrame en el Golfo de México para asegurarse de que Estados Unidos no vuelva a enfrentar semejante catástrofe.
Dijo que si se violaron leyes, se presentarán las acusaciones correspondientes.
Obama habló desde la Casa Blanca después de una reunión con los copresidentes de la comisión, el ex gobernador y senador por Florida, Bob Graham y el ex titular de la agencia de protección ambiental EPA, William K. Reilly.
"Cuentan con todo mi apoyo para seguir los hechos dondequiera que los lleven, sin miedo ni prejuicio", dijo Obama.
El Presidente dijo que si las leyes son insuficientes, serán modificadas y que lo mismo se hará con la supervisión del Gobierno, si no es lo suficientemente severa.
Obama ordenó a Graham y Reilly que presentaran un informe en seis meses "con opciones para prevenir y mitigar el impacto de futuros derrames provocados por la extracción (de petróleo) submarino".