La relación entre Tori Spelling y su madre, Candy, entró en su etapa más conflictiva. Candy acusó a su propia hija "de haber matado a su padre".
"Mi hija un día decidió que no quería hablarnos ni a mi marido, ni a mí, ni a mi otro hijo, y así pasaron cuatro o cinco años. Eso es lo que realmente mató a mi marido" dijo.