Con el patrocinio político del ex presidente del Gobierno Español, Felipe González, el magnate mexicano Carlos Slim estableció privilegiados nexos de amistad con el presidente de Panamá, Martín Torrijos, para penetrar con fuerza al mercado panameño con su poderoso imperio de negocios y desplazar a inversionistas locales, destacó el diario mexicano "El Universal".
La denuncia fue planteada ayer por el empresario panameño César Lisac, dueño de Complejo Hidroeléctrico Progreso y La Mina Hydropower Corporation, que en diciembre de 2008 acusaron ante el Ministerio Público de ese país a Cicsa Panamá, S.A., de Slim, por presunto plagio en el 2006 de sus planos para ganar una licitación para construir una represa hidroeléctrica cerca de la frontera con Costa Rica.
Lisac declaró a EL UNIVERSAL que, "por los elementos de juicio y documentos que yo tengo, definitivamente Torrijos utilizó todo el personal que nombró en el gobierno para acomodar estos proyectos y entregárselos en bandeja de oro a Slim.
"No cabe duda". La construcción se había otorgado al Complejo y a La Mina (cuya dueña es Intercarib, S.A., propiedad de Lisac), pero la Autoridad de Servicios Públicos de Panamá (ASEP) anuló la concesión por supuesto incumplimiento y la adjudicó a Cicsa.
La Oficina de Prensa de la Presidencia de Panamá informó a este periódico que no hay comentario sobre las denuncias. Ningún ejecutivo de las compañías de Slim pudo ser contactado ayer en Panamá para que opinara sobre los alegatos de Lisac, en medio de la controversia en esa nación por la influencia del multimillonario mexicano.