La reputación de algunos miembros de la Iglesia Católica está en entredicho, a raíz del juicio a Marco Manjarrez.
Durante el décimo día de audiencia estuvieron presentes varios ex seminaritas, quienes con sus testimonios dejaron entrever las supuestas irregularidades que se presentaban en el Seminario Mayor San José.
Ricardo Casira, fue el primero de los ex seminaristas en rendir testimonio. Tras jurar que diría toda la verdad, afirmó que él también había recibido propuestas sexuales por parte de un sacerdote. En la declaración de Casira se habla con nombre y apellido. Él menciona al padre José María Sanz como el que lo acosó sexualmente en la región de San Blas.
En su declaración, el testigo dijo "sentir que la Iglesia es una mafia". Casira, presentó su queja ante el padre Juan Gómez, quien al enterarse le solicitó que se saliera del seminario.
En la audiencia estuvieron presentes los ex seminaristas Jaime Santos Rivera y Bonifacio Timana, ambos hablaron sobre sus vivencias en el seminario. Este último fue más prudente y manifestó haber escuchado rumores de homosexualidad dentro del seminario.
Por su parte, el fiscal Dimas Guevara argumentó que este juicio no es contra la Iglesia, sino de un hombre que asesinó a un sacerdote.
Guevara manifestó que las situaciones mencionadas dentro de la Iglesia- sean ciertas o falsas- no son la raíz de este juicio.
En este día de audiencia tampoco estuvo presente el acusado.