En la Asamblea Legislativa se discute el proyecto de Ley 57, para el manejo, protección y conservación de las cuencas hidrográficas en el territorio nacional, exceptuando la del Canal de Panamá, que está regida por otra normativa, iniciativa que considero atinada y oportuna, en momentos en que un recurso vital como el agua empieza a escasear.
Un ejemplo del atraso que tenemos en esta materia quedó al descubierto el verano pasado, cuando el MIDA intentó sin éxito, encontrar agua subterránea mediante la excavación de pozos en varios puntos de la provincia de Los Santos, región ésta, azotada anualmente por sequías cada vez más prolongadas.
La tala indiscriminada en los puntos altos ha ocasionado la destrucción de la capa vegetal, sometiendo los suelos en las laderas a los efectos destructores de los vientos y las pocas lluvias, ocasionando en consecuencia un proceso de erosión que ha ido paulatinamente cegando el cauce de los ríos.
Lamentablemente hemos corrido mucho tramo con esta práctica que afecta a casi toda la vertiente del Pacífico, e incluso amenaza al Atlántico, sin que se hayan tomado correctivos acompañados de un cambio de mentalidad en la producción agrícola y ganadera, y en la explotación maderera, actividad esta donde se mueven capitales cuyos réditos deben aportar un porcentaje a la investigación científica y la adopción de nuevas políticas y tecnológicas en la conservación de las cuencas hidrográficas. Estamos a tiempo de salvar de la acción depredadora a las regiones donde se produce el "líquido vital". ¡Enhorabuena! |