Adiós a William y Fanny.
La familia Prado le dará hoy, jueves, el último adiós a los niños William Prado Caballero, de 2 años, y a su sobrina Fanny Prado Sire, de tres años.
Los dos niños murieron envenenados la mañana del lunes en la comunidad de Piedra Prieta, en el corregimiento de Maraca, distrito de Muná, en la Comarca Ngobé Buglé, Chiriquí, luego de ingerir un veneno granulado que fue colocado en un plato para matar las ratas.
Juan Prado, padre de Fanny, explicó que él se fue para el monte a trabajar, localizado a unas cuatro horas de la casa, porque están en el período de siembra en la comarca, mientras que la madre Elvia Sire se fue a la quebrada para lavar.
Los niños quedaron al cuidado de la abuela Elida Caballero, al igual que la hija de cinco meses que tiene Juan Prado. Mientras la abuela atendía a la bebé, los dos niños se comieron el veneno que estaba en el plato para matar las ratas. Nunca se dieron cuenta cómo se cayó el plato del lugar donde lo habían ubicado.
La abuela sólo escuchó el llanto de los niños que se retorcían en el suelo por el dolor en el estómago, corrió a ver qué les pasaba y se dio cuenta que se habían comido los gránulos del veneno.
"Ellos caminaban como borrachos y William, mi hermanito de 2 años, se sentó encima de un bloque cuando lo agarraron", dijo.
A pesar de que les dieron limón con azúcar para contrarrestar el efecto del veneno en el cuerpo del niño, ya era tarde: la vida se les fue poco a poco y murieron en los brazos de su abuela.
Los cuerpos sin vida permanecieron en la vivienda de la familia indígena hasta la mañana del martes, cuando llegó el personero de Tolé, Erick Bonilla, para proceder con el levantamiento de los cuerpos que luego fueron trasladados hasta la morgue del antiguo hospital José Domingo de Obaldía, en David.
Juan Prado y su padre Luciano Prado salieron a las 4:00 a.m. de su casa y caminaron una hora para llegar hasta la carretera que los llevaría a Tolé, y de allí viajaron hasta David para llevar los cuerpos de los dos infantes.
Juan, con sus enlodadas botas de caucho, esperaba afuera en la morgue la entrega de los cuerpos la tarde de ayer, miércoles, mientras veía caer las gotas de lluvia del cielo y lloraba,
"Antes de irme a trabajar jugó conmigo", dijo el dolido padre.
Las honras fúnebres de esos dos menores se llevarán a cabo en horas de la mañana de hoy, en la comunidad de Piedra Prieta.
MEDICINA
Enrique Fernández, médico especialista en gastroenterología, tras lamentar esta desgracia manifestó que esa sustancia es sumamente venenosa porque se trata de órganos fosforados que afectan el sistema nervioso, el hígado, el riñón y el aparato digestivo de una manera muy intensa que amerita un tratamiento oportuno o inmediato, porque en la mayoría de las veces terminan en una defunción.
"Aprovecho la oportunidad para hacer un llamado a todos los panameños adultos para que se tomen todas las medidas de precaución para evitar que en sus casas tengan sustancias tóxicas y que no estén al alcance de los niños. Esto no se debe repetir porque es doloroso, son dos niños los que murieron", dijo.