Señores, las vacunas para ancianos y niños que anuncia el MINSA constituyen un reforzamiento para evitar la "rompehuesos" o cualquier catarro normal, no para el A(H1N1). Es muy bueno que se recurra a esta barrera sanitaria, pero en orden y sin pánico. La gripa o gripe porcina no ha dejado de ser una embelequería más, de la que nunca nos faltan. Por lustros, México y California han sido territorios endémicos en esta clase de moquillos (es decir, siempre han existido estos mocos mortales), lo único que una de estas dos regiones cumple muchísimo menos con las leyes sanitarias. Terrible es el pánico que algunas organizaciones con fines de lucro, quieren que estalle en partes específicas del planeta.
Más peligroso que la porcina es pasear con la familia por las carreteras del país, si no me equivoco nos ronda un promedio de 390 accidentes fatales, la mayoría por culpa de borrachos sin catarro, pulmonía ni ataques de "tos ferina" y que siguen es tragándose en guaro, prestos a conducir sus automóviles. Peor aún, para la buena vida, son las toneladas de basura del Hospital Santo Tomás y de la ciudad, que esperan pestilentes su recogida. Más grave son las escuelas cuyos bloques fueron pegados con saliva de loro con tal de cumplir con los contratitos familiares.
Por la amenaza, miles de panameños están ansiosos de ponerse los tapabocas, por estar a la moda, pero por nada en el mundo se lavan las manos ni siguen las instrucciones sanitarias. Somos tan curiosos que si alguien con cierta credibilidad anuncia que en la Cinta Costera caerá un meteorito del tamaño del Cerro Trinidad de Capira, la Avenida Balboa se vería abarrotada con más personas que en los cierres de campaña de Balbina y Martinelli juntos, bailando y cantando lo que tosen los regueseros por música.
Cuídese mucho, no se le ocurra acudir a un centro hospitalario parecido o igual a ese donde murió la hija de Lili Samaniego, o caminar como turista desprevenido por Catedral, El Chorrillo o Santana, no vaya a ser que pase a formar parte de los datos estremecedores de muertes. Y, verá que con la gripe porcina en Panamá... de por sí, ¿nada?