Un reconocimiento a Camille Claudel, lo que significó en la vida de Rodin y en la historia del arte, hace Ramón Fonseca Mora en uno de los capítulos de su novela "El desenterrador", cuya gala tuvo lugar el sábado 3 de mayo en la XXI Feria Internacional del Libro en Bogotá, Colombia.
En una Colombia que sigue haciéndole la reverencia al libro: hombres, mujeres y niños, liberales y conservadores. Pobres y ricos.
Al abrigo del regazo materno, los niños empiezan su diálogo constante con el libro, diálogo que es fuerte y esto quedó de manifiesto, una vez más, del 23 de abril al 5 de mayo, en Corferias.
En calidad de autor invitado, el novelista Ramón Fonseca Mora, dijo ¡presente!, por Panamá.
Un conocedor de la literatura, un intelectual, un humanista, como él, fue su presentador: el periodista colombiano Gustavo Vasco.
Explicó cómo en la novela Fonseca Mora se ocupa de recordar las atrocidades durante "la oleada fatal de dictaduras militares que asonaron toda América", época que en Panamá culminó con la recuperación en diciembre de 1999 de la Zona del Canal.
En medio de la efervescencia cultural, Fonseca Mora gozó al igual que decenas de autores, como Gioconda Bellí, que iban con sus libros hijos recién paridos o más grandecitos a mostrarlos al mundo. Firmó autógrafos, dialogó con sus lectores y retornó a casa con el corazón lleno de júbilo, la cabeza llena de ideas y las manos listas para continuar plasmando en la página en blanco mundos reales y ficticios, enhebrados por la magia de la creatividad literaria con que Dios lo bendijo.