El ulular de las sirenas durante dos minutos recordó en todo Israel a los 22,437 militares y civiles muertos en el campo de batalla y atentados terroristas desde 1860, cuando los judíos comenzaron a emigrar a Palestina.
Los peatones permanecieron parados en total y absoluto silencio y la mirada baja, mientras los automovilistas se detuvieron y sus ocupantes mostraron su respeto a los caídos.