Paro de transporte se resolvió pero
podría alejar inversiones
Managua
AFP
El paro nacional del transporte,
que afectó a Nicaragua durante seis días y que concluyó
el martes por la noche, dejó unos 30 millones de dólares en
pérdidas y afectó la credibilidad internacional del país,
estimaron este miércoles economistas independientes.
El economista Carlos Benavente indicó a la prensa que el paro
del transporte, que provocó violentos disturbios y dejó dos
muertos, mostró un "clima de inestabilidad" que perjudicará
los intereses del país en el exterior.
"Las pérdidas para el país no son solamente en el
plano económico, sino también en cuanto a la imagen que proyecta
en el exterior, especialmente, de cara a la reunión del próximo
26 de mayo en Estocolmo, Suecia, con el Grupo Consultivo o países
donantes", aseguró Benavente.
Los síntomas de ingobernabilidad, derivados de los hechos violentos,
serán una desventaja para Nicaragua, ya que la comunidad internacional
podrá adoptar una actitud de "falta de voluntad" para financiar
los proyectos de reconstrucción que presentará el gobierno
tras el paso del huracán Mitch, según indicó la fuente.
En la reunión de Estocolmo, Nicaragua y el resto de países
de Centroamérica presentarán proyectos en distintas áreas
en las que requieren asistencia económica y créditos concesionales
para el proceso de reconstrucción, tras el paso por la región
del devastador huracán Mitch hace seis meses. El gobierno de
Nicaragua aspira a que la comunidad internacional incluya al país
en la Iniciativa de Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por
sus siglas en inglés), lo que facilitaría la posterior condonación
del 80% de su abultada deuda externa, estimada en 6.100 millones de dólares.
Tras dos guerras civiles en las décadas de los 70 y los 80, Nicaragua
se convirtió en una de las naciones más pobres de América
-junto a Haití y Honduras-, urgida de inversiones extranjeras para
tratar de superar los altos índices de desempleo (53%) y pobreza,
cerca de un 70% de su población.
El martes por la noche, el gobierno de Arnoldo Alemán y la Coordinadora
Nacional del Transporte (CNT) llegaron, finalmente, a un acuerdo según
el cual el gobierno reducirá en 14 centavos de dólar el galón
de diesel (3,8 litros), cuyo precio actual es de 1,42 dólares y
que ahora será de 1,28 dólares, pero solamente para las cooperativas
del transporte.
Los transportistas demandaban una reducción de 42 centavos y el
gobierno ofreció desde un inicio reducir 12 centavos.
El Ejecutivo también se comprometió a no liberar el servicio
de transporte público, tal y como lo anunció hace diez días,
y el Ministerio de Transporte seguirá como ente coordinador de los
servicios. Asimismo, el gobierno eliminará una serie de gravámenes
en los precios de los combustibles que afectan los costos de operación
del gremio y se comprometió a suspender durante un tiempo prudente
las concesiones para nuevas rutas del transporte colectivo, que era una
de las principales quejas de los huelguistas.
El paro del transporte, que la dirigencia del CNT calificaba como "pacífico"
estuvo salpicado de violentos disturbios callejeros con enfrentamientos
entre la policía y bandas de pandillas que se infiltraron en las
protestas y que bloquearon las vías con troncos, piedras y neumáticos
en llamas.

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El paro del transporte, que la dirigencia del CNT calificaba como "pacífico"
estuvo salpicado de violentos disturbios callejeros con enfrentamientos
entre la policía y bandas de pandillas que se infiltraron en las
protestas y que bloquearon las vías con troncos, piedras y neumáticos
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