Nueva amenaza para el Canal
Tomado de Boletín
Semanario Naviero
Una nueva amenaza pudiera vislumbrarse en un horizonte no muy distante para el Canal de Panamá, esta vez causada por la no intencionada pesada mano del hombre. Las capas de hielo polares se están derritiendo debido al calentamiento global y esto pudiera abrir una ruta más corta entre Asia, la costa Este de los Estados Unidos y Europa - el legendario pasadizo al Norte de Canadá. En un extenso artículo en The Boston Globe, el escritor Colin Nickerson destaca el resultado "pudiera ser el más grande cambio para la navegación mundial desde la construcción del Canal de Panamá en 1914". "Las aguas se están abriendo, esto no es ciencia ficción", dijo Andre Maillet, jefe de las Operaciones de Ruptura del Artico para la Guardia Costera de Canadá. "Así sea que se trate de pocos años o de un par de décadas, el pasadizo se convertirá en un canal comercial vital". "Las compañías navieras ya tienen la mira en la ruta", dijo. "Y no aguardarán". Nickerson dice que muchos analistas predicen que dentro de una década o dos la capa de hielo se debilitará o cederá tanto durante por lo menos seis meses que el pasaje mítico será navegable por barcos contenedores, tanqueros e incluso cruceros de lujo con solamente cascos reforzados. "Este es un significante recorte de la ruta de Europa a Japón y otras partes de Asia", dijo Chris Sands, un analista canadiense del Centro para Asuntos Internacionales y Estratégicos con sede en Washington. "Para los Estados Unidos esto haría económicamente rentable por primera vez el trasiego de crudo de Alaska a Boston o a cualquier sitio en su costa este". Los mayores beneficiados con esta ruta, dice Nickerson, son los propietarios de embarcaciones que se movilizan entre el oeste de Europa y Japón, Corea del Sur, Siberia y el noreste de China. "Para hacer este recorrido vía el Canal de Panamá, los barcos deben viajar 12,600 millas náuticas. La mejor ruta a través del Artico Canadiense, en contraste, cubriría un poquito menos que 8,000 millas náuticas, lo que significaría ahorros en combustible, tiempo y salarios de tripulación", dijo Nickerson. "Lo que es más", comenta, "los canales del Artico están abriéndose en un momento en que las compañías navieras están fretting sobre posible inestabilidad política, corrupción y fallas o análisis técnicos en Panamá, ahora que los Estados Unidos han renunciado o perdido el control sobre el histórico canal, el cual pudiera ser demasiado angosto para la próxima generación de supertanqueros y contenedores gigantescos". Sin embargo, todo no será simple navegación. Desacuerdos sobre el derecho de transitar los canales del norte han sido por décadas una fuente de usualmente moderadas discusiones diplomática entre Estados Unidos y Canadá, las cuales ocasionalmente elevan su tono y se tornan amargas. "Este es un conflicto que pudiera poner a prueba los límites de la diplomacia", dice Nickerson. "Los canadienses ven el norte como parte de su herencia. Este es un asunto extremadamente sensible." Nickerson cita afirmaciones de un oficial experimentado en Washington, en el sentido de que "nuestra firme posición es que Canadá no tiene mayor derecho a restringir el paso noroeste que Malasia a restringir el Estrecho de Málaga", refiriéndose a la línea marítima de pesado tráfico entre el Pacífico y el Océano Indico. El escritor cita al Comandante de las fuerzas canadienses en el norte, cuando afirma en una entrevista que su país pudiera verse obligado a usar el poder de las armas para reforzar sus reclamos. - cortesía de Hendryk Kenna.
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