Sentencian a cinco años a esposa de coronel de EEUU
Washington
AFP
Esposa de coronel antidroga de EEUU sentenciada a cinco años de cárcel Una llorosa Laurie Anne Hiett, esposa de un coronel del ejército de Estados Unidos que fue responsable de supervisar la lucha contra la droga en Colombia, escuchó ayer viernes en Nueva York su sentencia a cinco años de cárcel. El Gobierno de Estados Unidos conocía la adicción a las drogas de la esposa del coronel norteamericano James Hiett, ex responsable de la cooperación antidrogas en Colombia y éste encubrió a su mujer antes de ser nombrado en Bogotá, reveló este viernes el canal CBS. En una entrevista al programa televisivo "60 Minutos" que será difundido el domingo, Laurie Hiett, esposa del coronel y acusada de narcotráfico, cuya sentencia se espera este mismo viernes, revela que el Pentágono sabía que había sido drogadicta en el pasado. "Hay documentación en el sistema informático de las Fuerzas Armadas de que yo era drogadicta y maníaco-depresiva", dijo Hiett, que había recibido un tratamiento de rehabilitación en un hospital militar. Sin embargo, las autoridades no la sometieron a un test antidrogas en el momento de nombrar a su marido como responsable de la lucha contra el narcotráfico en Colombia, principal país productor de cocaína en el mundo. Según Hiett, su esposo conocía su adicción y la había incluso visto consumir cocaína. Cuatro meses antes de ser nombrado en Colombia, el coronel no quería darse por entendido de que ella tenía ese problema. "Yo le dije: ¿Entiendes el problema que tengo? El me contestó que no, que no sabía qué problema tenía. Entonces yo le dije: Este es mi problema, y empece a aspirar una línea de cocaína. Me miró, dio la vuelta y se fue". Sin embargo, tras anunciarse su nombramiento, el coronel mintió al parecer a su superior y al embajador norteamericano en Colombia, que conocían sus antecedentes de drogadicta. Según ella, el coronel les dijo: "Está todo bien con ella, lo puede hacer, no consume cocaína desde 1995". El oficial se declaró culpable el mes pasado por no haber informado al gobierno norteamericano que su esposa estaba involucrada en narcotráfico y lavado de dinero. En el programa "60 Minutos", Laurie Hiett, de 36 años, dice que es "irónico, casi tonto" que el Pentágono la haya enviado junto a su marido a Colombia conociendo su pasado. La mujer, que en enero se declaró culpable de conspiración para enviar cocaína a Estados Unidos, admitió haber enviado paquetes con droga a Nueva York, adonde viajó posteriormente para cobrar el fruto del ilícito negocio. El escándalo, revelado poco antes por el semanario gratuito neoyorquino The Village Voice, estalló en momentos en que el Congreso de Estados Unidos debate la atribución de una ayuda militar masiva a Colombia para la lucha contra el narcotráfico. Hiett relató a CBS cómo su gusto por la cocaína renació tras llegar a Colombia junto a su marido. Su chofer le proporcionó cantidades de droga como ella nunca había visto. "Yo tenía aquel paquete de una libra --casi medio kilo-- de cocaína abajo de mi Jacuzzi, y no se me terminaba nunca", relata. "Le daba y le daba sin parar, me volvía loca, era algo tan maravilloso". Cuenta cómo luego, al tomar conciencia de que la droga le haría mal, decidió dársela a amigos en Estados Unidos: "Cuando uno es adicto, no puede tirarla", dijo. Puso el "ladrillo" de cocaína en su cartera y sin ningún problema pasó la aduana al llegar a Estados Unidos, donde le entregó la droga a un amigo. De regreso a Bogotá, cuando el chofer se enteró del riesgo que había tomado al transportar personalmente la cocaína, éste le sugirió una manera mucho menos riesgosa de enviar droga y al mismo tiempo lucrativa. "Nos podíamos hacer ricos. El (chofer) podría construir una casa y yo podría pagar mis cuentas", dijo Hiett, afirmando que en ese entonces tenía "cuentas de tarjetas de crédito interminables". Hiett y el chofer comenzaron a enviar droga a Estados Unidos, utilizando el correo diplomático de la embajada norteamericana en Bogotá, y la esposa del coronel dijo que llegó a cobrar 40.000 dólares antes de ser descubierta. La mujer, colombiana de origen, enfrenta una condena de entre 87 y 108 meses de prisión cuando sea pronunciada su sentencia este viernes. El coronel, relevado de su cargo el año pasado cuando el Pentágono descubrió los hechos, puede ser sancionado con una pena de entre un año y un año y medio de cárcel tras el veredicto esperado el 23 de junio.
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