Los arrendatarios intentan mitigar los malos olores que emanan de una alcantarilla ubicada en la parte trasera del Mercado Público de La Chorrera, colocando cartones y sacos sobre la tapa del desagüe.
La medida resulta poco efectiva, puesto que los malos olores continúan sintiéndose sin que las autoridades del Ministerio de Salud o del Municipio de La Chorrera atinen a resolver el problema.
Narciso Reyes asegura que la situación sanitaria de esta sección del Mercado es preocupante, especialmente por las enfermedades que se pueden contraer al estar en contacto con las aguas negras.
Otro problema son las roturas de las tuberías de aguas residuales provenientes del área de mariscos, que frecuentemente se obstruyen y que, al romperse, anegan el área de venta de las verduras y legumbres, empeorando la situación sanitaria.
A través de los años, las diferentes administraciones alcaldicias y autoridades regionales de Salud han suscrito actas de compromiso para evitar el cierre del Mercado por razones sanitarias a cambio de la realización de mejoras en las estructuras.
La reparación, mejoras y hasta un nuevo mercado público aparecen en los planes de gobierno de los candidatos a diputados y alcaldes de La Chorrera, tal como sucedió en los planes de las actuales autoridades de este distrito.
Las condiciones de los arrendatarios del Mercado de Abastos tampoco son las mejores, especialmente para quienes deben colocar la mercancía en la tierra, como es el caso de los vendedores de plátanos, procedentes de Chiriquí.