Explorar el género del terror en todos los escenarios lo enriquece, mejor aún si la propuesta es fresca, original y captura al espectador desde que inicia el relato. Cuando nos hacemos la idea de que el género terror puede venir de otros países que no sean necesariamente Estados unidos, uno cifra esperanzas en que al menos cumpla con los estándares tradicionales. En este caso no es así.
La acción nos lleva a Londres, Kate (la alemana Franka Potente), el metro de la ciudad y un extraño mutante que habita en el subterráneo. Creo que el problema no es la historia, si no cómo la cuentan y el ritmo que lleva. Al final, pese a algunos interesantes zaguanes de susto y tensión, el resto del trabajo es recurrente y se mueve por los deja vu conocidos en el terror.
Calificación: 1.7 ¡Bah! Yo esperaba caer en bucos sustos.