El libro enfatiza cómo la experiencia particular de los campesinos de la región de Azuero de Panamá, donde Stanley Heckadon-Moreno basó su estudio, "adquiere un alarmante grado de universalidad en la medida que ese pequeño microcosmos, aparentemente aislado en la campiña panameña, contiene todas las variables de los procesos de degradación que observamos en donde las reservas de la biosfera son requeridas como parte de las exigencias del desarrollo humano", destaca Pedro Luis Prados, en su nota editorial.