Se consumó lo que todo el mundo sabía con relación a los campeones de liga, que los Heat de Miami eran un equipo envejecido y sin recursos para superar a unos nuevos Bulls de Chicago que los eliminó, barrió y humilló en la primera ronda de la fase final del campeonato de la NBA.
Los Bulls con la pareja imparable del escolta Ben Gordon y el alero sudanés Luol Deng fueron una máquina perfecta de hacer baloncesto y ganaron el cuarto partido de la serie por paliza de 92-79 para barrer 4-0 la serie y pasar a las semifinales por primera vez desde la era de Michael Jordan, en la década de los años 90.