Un reconocimiento a la mujer constituye el arte de Miriam Vallarino de Córdoba, quien sabe captar el lenguaje del rostro humano.
Año y medio le tomó pintar los 33 cuadros de la muestra "Silencio Expresivo", que exhibirá en Arlene Lachman desde el martes 29 de abril, como trabajo de graduación para optar por el título de Licenciatura en Artes plásticas, con especialización en pintura de caballete, en la Universidad de Arte, Ganexa.
Ama de casa, capitalina, de 50 años de edad, Miriam lleva diez años pintando.
Todo comenzó cuando su esposo Raúl, quien ella dice que fue su descubridor, como gerente de Texaco fue trasladado a Argentina, Venezuela y El Salvador. En la tierra de Gardel, ella se quedaba horas y horas en casa y, "para matar el tiempo", pintaba camisitas para sus hijas Marissa y Mónica cuando eran niñas. Hoy, de 26 y 22 años, respectivamente.
Un día su esposo se apareció con un juego de óleos. Luego, ella conoció a Astrid Suárez. Tomó con ella cursos donde aprendió a dibujar la figura humana, en el Centro Nacional de Artes Plásticas de El Salvador.
Transferido su esposo a Panamá, Miriam tuvo que volver a reencontrarse con su patria. Para darle rienda suelta a su arte, fue a Ganexa en busca de un tutor y le aconsejaron matricularse en la licenciatura. ¡He aquí los resultados!