Un sabor agridulce le ha dejado a la educadora Solangel Navarro la sentencia aplicada por el Juzgado Tercero de Circuito de lo Penal del Primer Circuito Judicial de Panamá, contra tres hermanas que atentaron contra su vida el 5 de junio de 2005.
Por un lado se siente satisfecha con la condena de las hermanas Carmen, Gladys y Noris Cedeño, pero considera muy poco los 14 meses de prisión conmutables a 300 días multas e inhabilitación de ejercer funciones públicas que le aplicaron por el delito cometido.
La docente fue salvajemente agredida por la tres mujeres por diferencias en el litigio de una servidumbre de un lote en La Mesa de San Martín.