La dama tiene sesenta años y desde hace siete se gana la vida limpiando zapatos.
Antes trabajaba como doméstica. Ahora es lo que se conoce como "emprendedora", porque tiene varios bancos para lustrar zapatos, en la ciudad capital.
En un programa radial la señora Amalia Navas dijo que los jóvenes de ahora no quieren trabajar. Son flojos y no desean ensuciarse los zapatos.
Ella se refirió a que está buscando jóvenes para atender cuatro puestos de lustrar zapatos... y no los encuentra.
Indicó que algunos jóvenes que practicaron ese oficio le dijeron que les da "pena" limpiar zapatos.
Uno de esos casos los tiene en sus hijos. Son profesionales universitarios y no continuarán con el trabajo y la pequeña empresa de su madre.
Cuando escuché este ejemplo de trabajo honrado y de mujer luchadora, me sentí orgulloso del entrevistador, mi ex alumno Carlos Arosemena.
Comprendí que había seguido enseñanzas de que el Periodista debe ser "agente de cambio".
Cambio que se puede lograr poniendo como ejemplo personas que se han destacado en la vida, a pesar de las dificultades y ser humildes.
Lo que indicó la señora Navas sobre que hay jóvenes flojos es cierto.
Pertenecen a una generación que quiere "coger los mangos bajitos", como dicen algunos en el poblado llamado Chicá, en Cerro Campana.
Esto sucede porque en Panamá no existe una "cultura del trabajo". Para muchos, trabajar es "un castigo de Dios", algo que avergüenza.
Algunos padres tienen la culpa. Llevados de un falso orgullo no permiten que sus hijos desde pequeños aprendan las realidades de la vida. El trabajo para conseguir recursos para vivir es algo muy importante conocer desde pequeño...
Por otra parte, algunos hijos se avergüenzan del trabajo de sus padres, o lo consideran poco apropiados para ellos.
Tal fenómeno no es exclusivo de Panamá. En los años setenta visité Alemania y hablé con algunos campesinos. Se lamentaban que sus hijos no continuarían con las fincas que con tantos esfuerzos crearon.
No podemos obligar a las personas a hacer lo que no quieren. Pero lo que escuché a Amelia Navas me indica que en "Panamá hay trabajo". Pero no todos los jóvenes quieren "agachar el hombro" para conseguir dinero en forma honrada.