El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afronta el reto de intentar recuperar la confianza de los ciudadanos y su propia credibilidad, y explicar sus reformas, en una entrevista televisada, tras cumplir el primer aniversario de su elección al Elíseo.
Durante al menos 90 minutos, el jefe de Estado conservador responderá a las preguntas de cinco periodistas de televisión sobre los más diversos temas desde el Elíseo.
Nuevos sondeos publicados confirman que Sarkozy no lo tiene fácil, confrontado a una persistente y fuerte impopularidad, malos indicadores económicos y repetidos episodios de cacofonía gubernamental en las últimas semanas.
Una encuesta de BVA en "La Tribune" muestra que el 83% de los sondeados están menos confiados en la futura situación económica del país, y un 89% en la evolución del poder adquisitivo.
El deterioro del poder adquisitivo, en medio del repunte de la inflación, es uno de los principales reproches de los franceses a Sarkozy, que en su campaña electoral había prometido mejorarlo.
El mismísimo primer ministro, Franois Fillon, le ha instado públicamente a "volver a marcar el rumbo" de las reformas a llevar a cabo y "explicar" las ya lanzadas: "aguardamos una hoja de ruta para las próximas semanas y meses", afirmó.