CULTURA
Filmes de México y Bolivia se proyectan en certamen

Chicago
EFE

La cinta mexicana "La paloma de Marsella", de Carlos García Agraz y la boliviana "El día que murió el silencio", de Paolo Agazzi, se presentaron ayer, lunes, en el marco de la XV edición del Festival de Cine Latino de Chicago, el más importante de Estados Unidos en su género.

García Agraz dijo a EFE que está contento con la respuesta del público mexicano a su filme aunque, señaló, "la situación del cine en mi país es mala ya que no hemos podido encontrar una defensa eficaz contra la invasión de Hollywood".

"La paloma de Marsella", protagonizada por Rosa de Castilla y Germán Robles, es una película optimista que cuenta la historia de una mujer madura que participa en un concurso de televisión. El guión es del cubano Eliseo Alberto.

Con una determinación casi suicida, la mujer rechaza premio tras premio para optar al galardón mayor. Piensa que cuando no se tiene nada que perder, solo se puede ganar.

Desde esta audaz posición y en compañía de su amor -un hombre también entrado en años- la concursante dará una lección de vida a los más jóvenes. Tanto Rosa de Castilla como Germán Robles, desarrollan una notable interpretación con un trabajo expresivo y natural al mismo tiempo.

Interrogado sobre sus proyectos futuros, García Agraz informó de que está preparando dos cintas en cloración con su hermano José Luis, también realizador: "Al rescate de la Santísima Trinidad" y "La Magdalena".

"La primera -dijo- cuanta la historia de un hijo que trata de lograr lo que no pudo hacer su progenitor: rescatar un barco hundido. En parte se trata de algo autobiográfico, ya que mi padre se dedicaba a ese trabajo. En realidad es una metáfora sobre la posibilidad de recobrar el pasado".

"Mi hermano y yo hemos formado una productora. El guión es de José Luis y el proyecto ya está aprobado por el Instituto Mexicano de Cinematografía. Nos gustaría también que España coprodujera en parte la cinta", agregó.

"La Magdalena", en cambio, es una historia fantástica en la que un personaje que pasea por los canales de Xochimilco encuentra, entre brumas, un sitio desde el que puede acceder al pasado. "De esta manera, consigue arreglar algunas cuentas que le quedaron pendientes.

Es -según García Agraz- una especie de cuento de hadas".

Con respecto a la situación del cine en México, el realizador afirmó que ha dejado de ser un entretenimiento para las clases populares.


 

 

 

 

 


 

García Agraz dijo a EFE que está contento con la respuesta del público mexicano a su filme aunque, señaló, "la situación del cine en mi país es mala ya que no hemos podido encontrar una defensa eficaz contra la invasión de Hollywood".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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