Él nunca imaginó que luego de una breve conversación con Dios, sus días terrenales acabarían, ya que horas después su alma y su cuerpo se separaron.
Alberto Villarreal, de 45 años, es la identidad del feligrés que la tarde del domingo de pascua, día de descanso, falleció tras caerse de una palmera de su casa.
Según cuenta una fuente ligada con la investigación, el suceso se dio en una residencia ubicada en La Morelo del Sector Sur, Tocumen. Los detalles
Eran las 3:45 p.m. del domingo, cuando Villarreal, leía la palabra de Dios, en su casa Nº 284 localizada en La Morelo.
Minutos después, de encomendarse al Señor, tomó la decisión de treparse a la palma de coco, la cual mide alrededor 45 pies.
El cuerpo de Villarreal, una vez arriba del cogollo, perdió las fuerzas y se desplomo cayendo encima de un tallo de plátano que está a unos metros de la palmera.
Aún estaba vivo, pues se levantó y caminó hasta su cuarto donde se acostó para luego fallecer a la 4:25 p.m, dijo un vecino.
Un incrédulo, quien al presenciar la tragedia de la familia Villarreal, quedó asombrado de semejante suceso.
Los sentimientos de la familia afectada eran tantos que se encontraban, pues no podían aceptar que un hombre físicamente sano al igual que en lo espiritual halla dejado de existir de la nada.