Las limitaciones físicas no son impedimentos para Julián Lucero, un hombre de 38 años, que tiene paralizadas las piernas, pero sigue adelante conduciendo su propio vehículo.
Para Julián no hay dificultades en el manejo. Con ingenio logró hacer unas adaptaciones al acelerador y el freno con unas palancas que opera con sus manos, las cuales le sirven para controlar el timón y hacer los cambios del carro automático.
A raíz de un accidente vehicular en 1987, Julián Lucero quedó inválido, pero fortaleza para sacar a su familia hacia adelante lo han llevado a ganarse la vida trasladando a personas de su comunidad de Río Rita de un lugar a otro, convirtiendo su vehículo en un taxi improvisado. "Esto me ha costado que algunos taxistas me reporten y denuncien por la actividad que realizo", expresó Lucero, que aunque reconoce no tener permisos legales, puede llevar en su carro a quien quiera.
Uno de sus deseos es conseguir un cupo o certificado de operación para taxi o ruta interna, para así estar legalmente funcionado y no causar molestias ha nadie.
Y es que no solo conduce su vehículo con las modificaciones, sino que hace las reparaciones mecánicas. Una vez hizo un cambio total de la máquina, cambiando los pistones, empaques, casquillos y todas las piezas como parte de su experiencia en esta labor.
Cuando ingresa y sale del vehículo sus familiares lo ayudan a colocarse en la silla de ruedas y una vez sentado, enciende el motor y empieza a conducir.