EDITORIAL
Elecciones peruanas
De los comicios peruanos destacan la sorpresa representada por el exmandatario Alan García, quien deberá definir en una segunda vuelta la elección presidencial con Alejandro Toledo; pero además los resultados reflejan la aplastante derrota de los grupos allegados al régimen de la dupla Fujimori-Montesinos, cuyo candidato no logró ni el 2% de los votos emitidos y su representación en el Congreso se redujo de 52 curules a dos o tres, como destacan los informes provenientes de Lima.
Alan García, el izquierdista que gobernó Perú en el período 1985-1990 ha retornado con un discurso mesurado, menos estridente que el que lo distinguió. Todo indica que ha superado a la candidata democristiana Lourdes Flores Nano.
Tras el escándalo desatado por el régimen de Fujimori, García llegó a la escena y con apenas dos meses de campaña supo capitalizar votos. El discurso aguerrido lo escondió y ahora con mayor madurez trajo un mensaje conciliador y de arrepentimiento de las equivocaciones que cometió durante su mandato.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para los inversores en Perú, quienes ya se sienten nerviosos con Alan García. Recuerdan que dejó a la nación con una inflación de 7,500 por ciento y cero crecimiento.
Aparte de ese temor, si García o Toledo alcanzan el poder, deberán llamar a una concertación con la clase política; ya en el Perú se plantea la necesidad de un Acuerdo de Gobernabilidad.
Ninguno de los partidos tendrá el control del Congreso y frente a la crisis económica mundial y la recesión que vive Perú, se hace necesario establecer acuerdos para gobernar.
Ahora en las próximas cinco semanas, García y Toledo tendrán que forjar alianza con las fuerzas perdedoras, porque allí y en el debate, estará el triunfo de uno u otro.
Lo más importante de lo sucedido el domingo en Perú, es que el país ha vuelto a la senda democrático. Hubo una elección sin mayores incidentes y los peruanos deben estar orgullosos de eso.
PUNTO CRITICO |
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