El obispo de la ciudad venezolana de Coro, monseñor Roberto Luckert, mantuvo la disputa de la Iglesia católica con el presidente, Hugo Chávez, y dijo que la beligerancia verbal de éste obedece a su temor a la democracia.
Luckert respondió así a Chávez que en su programa dominical, pidió a Dios perdonar a la jerarquía católica de su país "por haberse alineado, cual Judas, con los oscuros intereses de la oligarquía capitalista".
El purpurado añadió que Chávez "utiliza a los pobres a través de campañas demagógicas (...) para hacerse de ese piso del 30 por ciento que actualmente lo acompaña", insuficiente para seguir en el cargo si su mandato llega a ser sometido a consulta popular.
Luckert lo llamó "a medirse en elecciones para saber si el pueblo lo quiere o no", y agregó que "está equivocado si cree" que mantiene el respaldo de cerca del 60 por ciento que le permitió llegar a la Presidencia en 1998 y ser reelegido en 2000, cuando comenzaron a aflorar las pugnas verbales entre los prelados y el gobernante.
"El pueblo está cansado, está harto de tanta verborrea (...).Que se ponga a trabajar", remató el obispo.