RECHAZAN IDEA DE UNA DIVISION DE KOROSOVO
Clinton sigue negándose a
mandar tropas terrestres a Kosovo
Washington
AP
El presidente estadounidense,
Bill Clinton, afirmó este viernes estar convencido de que la OTAN
podrá terminar su misión en Kosovo sin que sea necesario mandar
tropas terrestres a esta provincia yugoslava.
El mandatario subrayó, sin embargo, que una "fuerza internacional"
será necesaria para proteger más tarde la repatriación
de los kosovares de origen albanés.
"Sigo creyendo que tenemos una buena posibilidad de concluir nuestra
misión con los medios que desplegamos", afirmó Clinton
en una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca.
El mandatario reconoció el convencimiento creciente de que los
ataques aéreos solamente, no detendrán las atrocidades serbias
contra los kosovares pero exhortó a la paciencia.
"Nosotros admitimos cuando esto comenzó, que esta campaña
no cumpliría sus cometidos en una o dos semanas", dijo.
"Estamos intensificando la campaña aérea, adicionando
blancos, manteniendo unidos a los aliados de la OTAN, y creo que tenemos
una buena posibilidad de alcanzar nuestros objetivos", dijo Clinton.
El presidente dijo que los principales objetivos son "el retorno
de los kosovares para vivir seguros y con un grado de autonomía similar
al que gozaban bajo la vieja constitución yugoslava, en vigencia
hasta que Milosevic les quitó sus derechos".
Para lograr esto, sin embargo, Clinton admitió que se necesitarán
algunas medidas de seguridad a fin de garantizar un acuerdo, como el de
Rambouillet, que propone el estacionamiento de 28.000 guardianes de la paz
en suelo yugoslavo, condición evocada por Milosevic para rechazarlo.
El Departamento de Estado norteamericano descartó este viernes
la idea de una división de Kosovo, pero no rechazó que los
aliados estén estudiando, entre otras soluciones, la posibilidad
de convertir esta provincia yugoslava en un cierto tipo de protectorado
garantizado internacionalmente.
Preguntado sobre una posible división entre serbios y albaneses
de Kosovo, el portavoz del Departamento de Estado, James Rubin, afirmó
que la situación "va por sentido contrario", ya que Belgrado
"está perdiendo su derecho a controlar" la totalidad de
Kosovo a raíz de la limpieza étnica llevada a cabo por las
fuerzas serbias.
Kosovo debe "permanecer intacto con una fuerza de mantenimiento
de la paz" para garantizar una solución al conflicto, aseguró
Rubin en alusión al acuerdo de paz de Rambouillet.
"Una autonomía y una presencia militar para asegurarla siguen
siendo nuestros objetivos reveló el portavoz.
Preguntado sobre la posibilidad de que los aliados establezcan en Kosovo
un "protectorado", Rubin se limitó a decir que "la
gente evoca ideas".
Según el diario The New York Times, los aliados estudian ahora
la posibilidad de crear un enclave autónomo en parte o en la totalidad
de Kosovo, para permitir el regreso de los refugiados.

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