Un sujeto de mal vivir que se dedica a quemar los cauchos que cubren los alambres de cobre, que luego son vendidos, estuvo a punto de incendiar el viejo caserón 7024 de la calle 7 Central y Meléndez.
Unidades del Cuerpo de Bomberos tuvieron que acudir al llamado de algunos comerciantes del lugar.
El ciudadano Francisco Tursi y el bombero Manuel Campos, quienes se encontraban cerca del área, llamaron a los camisas rojas que llegaron a controlar el incendio de los matorrales. Por suerte, no se registró ninguna tragedia.