"Con la vigilancia de la Policía Nacional, nos sentimos seguros tanto educadores, como padres de familia y los propios estudiantes durante el horario de clases”, así se expresó la profesora Dalvis Domínguez, directora de la Escuela Rómulo Arrocha, de la barriada Forestal de la ciudad de Santiago, uno de los centros educativos beneficiados con la presencia permanente de los efectivos policiales.
Alerta ante ola de violencia
La Policía Nacional, acatando las directrices emanadas de las autoridades superiores, ha coordinado con las direcciones de planteles la vigilancia y la seguridad en las escuelas. Todo esto se debe a la ola de violencia que se incrementa en algunos centros educativos del país, al supuesto consumo de drogas y a la tenencia de armas de fuego por parte de estudiantes que supuestamente pertenecen a pandillas.
SIN TEMOR
Según la educadora Dalvis Domínguez y otros directivos de colegios, ahora los docentes y los estudiantes asisten a sus respectivos centros de enseñanza, sin temor a ser atacados o a que se les induzcan malos vicios, porque hay una mayor vigilancia y seguridad por la presencia de la Policía Nacional, que patrulla las escuelas.
LLAMADO A LA COMUNIDAD
Por su parte, el sub comisionado Cristóbal Rivera, jefe de la zona de Policía de Veraguas, aprovechó para hacer el llamado a la comunidad veragüense en especial a los educadores y padres de familia, para que se mantenga estrechas coordinaciones con las unidades policiales en las escuelas para evitar que los estudiantes sean víctimas de la venta o consumo se sustancias ilegales y armas.
En ese mismo sentido, recalcó el jefe policial que deben estar pendientes de que sus hijos no mantengan vínculos con personas desconocidas, que pudieran andar en malos pasos y que los induzcan a cometer actos de violencia.