El 27 de marzo de 1977 ocurrió el peor accidente en la historia de la aviación en términos de víctimas fatales. Dos aviones Boeing 747, una de PanAm y la otra de KLM, se estrellaron en la pista del Aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife, España.
En medio de la espesa niebla que cubría la pista, el Capitán de la nave de KLM, Jacob Veldhuyzen, inició el despegue sin autorización de la Torre de Control, estrellándose contra la nave de PanAm. Muchos murieron quemados vivos.