La malaria sigue siendo un dolor de cabeza para las autoridades de salud, debido a que los indígenas se resisten a tomar los medicamentos que previenen dicha enfermedad, informó ayer la Jefa del Departamento de Control de Vectores, Elsa Arena.
Dijo que los indígenas en Ngöbe Buglé y Bocas del Toro, no asimilan la ingesta del medicamento que le produce nauseas, quizás por los niveles desnutrición que registra la región.
Detalló que existan muchas áreas que son inaccesibles, donde el Ministerio de Salud está afrontando problemas por la falta de personal y ante esto han tenido que trasladar inspectores que laboraban en Coclé, Chiriquí y Colón al área fronteriza con Costa Rica para apoyar en la erradicación de la malaria.
Arena precisó que del 7 al 13 de marzo se han reportado 99 casos de malaria.