Poco después de conocerse que no habrá una segunda resolución aprobada por Naciones Unidas, tuvo lugar la primera renuncia en el gabinete británico.
Robin Cook, ex canciller y líder de los laboristas en la Cámara de los Comunes, presentó su renuncia en protesta por la posición del primer ministro Tony Blair sobre la crisis de Irak. La renuncia se dio a conocer en momentos en que Blair celebra una reunión de emergencia con su gabinete.
Poco antes, el fiscal general del Reino Unido, Peter Goldsmith, dijo que las actuales resoluciones de Naciones Unidas dan fundamento a una intervención militar.
Se prevé hoy que se produzca otra "rebelión parlamentaria" por parte del partido laborista, del premier Tony Blair. |