Boxeo queda mal con decisiones como polémicas

Miami (EFE)
Crítica en Línea

Las repercusiones a la polémica decisión del pasado sábado en la pelea de unificación del título del peso pesado entre Evander Holyfield y Lennox Lewis en el Madison Square Garden de Nueva York continúan con un denominador común, que el deporte del boxeo volvió a ser el gran perdedor.

El veredicto de nulo o empate que dieron los tres jueces a la pelea pactada a 12 asaltos, primera por un título de unificación del peso pesado desde 1987, dejó todo tipo de dudas e interrogantes, pero el único que se sintió feliz y que además cumplió a la perfección con su frase patentada de "Sólamente en América" fue el promotor Don King.

King logró una taquilla de 11 millones de dólares y además tiene todo listo, no para una revancha entre Holyfield y Lewis, sino para la tercera versión del duelo Holyfield contra Tyson.

No obstante, después de conocer el resultado de la pelea entre Holyfield y Lewis puede ser que los aficionados (21.284) no acudan de nuevo a ver una revancha, y se nieguen a pagar entre 100 y 1.500 dólares, precio regular y hasta 5.000 en la reventa, sobre todo después de ver una pobre exhibición.

A pesar de todo, los tres presidentes de las organizaciones más importantes del boxeo se han puesto de acuerdo hoy en ordenar una segunda pelea obligatoria entre los dos boxeadores.

Holyfield, no obstante, parece haber perdido interés para los aficionados, sobre todo después de mostrarse mayor, lento y sin capacidad de reacción para una pelea que había sido calificada como la más importante desde que en 1971 se enfrentaron en el mismo escenario los legendarios Muhammad Ali y Joe Frazier.

"Se vio acabado, viejo, no me lanzó ningún golpe peligroso y estuvo lento como un boxeador que no tiene nada que ofrecer dentro del cuadrilátero", declaró Lewis al finalizar la pelea.

Cuando un boxeador, como hizo Lewis, alcanza a su rival con 348 golpes y recibe 130 sin que haya caídas a la lona hay pocos argumentos que puedan justificar un combate nulo como dieron los tres jueces.

"La decisión que se dio el pasado sábado es un auténtico insulto para quienes estamos dentro del mundo del boxeo y entendemos que en la vida hay que tener dignidad y ética", declaró Enmanuel Steward, entrenador de Lewis. No se trata de dar una revancha, sencillamente se violaron los derechos humanos de un profesional", añadió.

"Moralmente me siento satisfecho porque todo el mundo pudo ver que el único campeón que hay en el peso pesado soy yo, pero tengo que reconocer que me voy con la amargura y frustración de ver que me robaron dos títulos que me pertenecen", declaró Lewis.

Holyfield, de 36 años, no ha reconocido todavía que Lewis lo superó en todos los aspectos de la pelea, que había prometido iba a ganar en el tercer asalto por K.O con el denominado plan A'', pero que al fallarle tampoco tuvo pudo aportar el "plan B".

"Me siento más campeón del mundo que nunca y lo único que puedo decir es que tuve algunos problemas, que a veces suceden cosas inesperadas y que Lewis es un buen boxeador, que tiene un título de campeón", comentó Holyfield. "Después de seis meses de descanso estoy listo para la revancha", añadió.

Sin embargo, el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y de la Federación Internacional (FIB), sabe que no va habrá tal revancha, porque a partir de ahora lo único que le queda por hacer es enfrentarse con el británico Henry Akinwande, designado número uno en la clasificación de la AMB y lo hará cuando haya cumplido los 37 años.

Mientras, Lewis tendrá que hacerlo contra John Ruiz, número uno en la lista del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), para dejar de nuevo a la categoría reina en plena crisis de calidad y talento desde que Tyson comenzó a tener graves problemas personales y con la justicia.

"La próxima vez Lewis sabrá que cuando tiene tocado a un rival debe finalizar la pelea con un K.O, de lo contrario puede generar la duda con los jueces", señaló King, representante máximo de lo que podría denominarse "duda y polémica permanente dentro del mundo del boxeo'', un deporte que volvió a ser el gran perdedor.

 

 

 

 





 

El veredicto de nulo o empate que dieron los tres jueces a la pelea pactada a 12 asaltos, primera por un título de unificación del peso pesado desde 1987, dejó todo tipo de dudas e interrogantes, pero el único que se sintió feliz y que además cumplió a la perfección con su frase patentada de "Sólamente en América" fue el promotor Don King.

 

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