Dicen los sociólogos que "socializar" a una persona puede significar inculcarle modos de pensar y ver la vida, según los parámetros de normas (no siempre de carácter legal, como sí cultural y moral) que le inhiben su personalidad original.
Por eso los niños bailan y viven su existencia como les da la gana, sin miedo al que dirán. Cuando adultos, una gran mayoría se corrige y evita comportarse de tal o cual modo, que pueda ir contra el cúmulo de "normas" que rigen la sociedad.
Entonces no está de menos preguntar ¿quién enseñó a los panameños de todas las generaciones el "juega vivo"? ¿Dónde y cuándo empezó a palidecer el concepto honradez? ¿Por qué en Panamá es más importante tener una "palanca" y no los méritos para ascender en la vida?
Nos socializaron mal. Como sociedad estamos vistos como un grupo de gente a quien preocupa más la trampa, el carnaval y la chinguia, y eso tiene que acabar. |