Falleció el "Yankee
Clipper": Joe Dimaggio
Los Angeles, Florida, EE.UU (AP )
Crítica en Línea
En su lecho de enfermo y
hasta el último segundo de su vida, Joe DiMaggio, que murió
a los 84 años, demostró la garra que lo llevó a ser
considerado uno de los jugadores más completos que ha pasado por
las Grandes Ligas del béisbol estadounidense.
Como en sus buenos tiempos, el "Yankee Clipper" -uno de los
tantos sobrenombres que recibió de los fanáticos neoyorquinos-
trató de hacer otra gran jugada escapándose de una muerte
inexorable, que ya le había marcado mucho antes con un devastador
cáncer del pulmón.
El legendario jugador y ex marido de la fallecida actriz Marylin Monroe,
acaparó los titulares durante los últimos cinco meses, cuando
el pasado 12 de octubre ingresó de urgencia en un hospital de Florida,
donde fue sometido a una una cirugía para extirparle un tumor en
su pulmón derecho. Dos veces fue dado por muerto, salió después
de 99 días en terapia intensiva.
Ayer lunes anotó su última carrera, que lo condujo a instalarse
en el recuerdo permanente. Con él se fue uno de los últimos
íconos vivientes del deporte americano, modelo de varias generaciones
y un hombre integral dentro y fuera del terreno de juego.
Nadie como DiMaggio recibió más elogios de la exigente
y quisquillosa prensa estadounidense y aún hoy, a 47 años
de su retiro deportivo, se mantiene conceptuado entre los 10 mejores jugadores
de todos los tiempos.
Sus 56 juegos consecutivos bateando de hit -marca lograda en la serie
de 1941-, constituyen uno de los récords más antiguos en Ligas
Mayores y aún inalcanzable para la nueva generación de jugadores,
pese a los avances en las técnicas de entrenamiento, la creatina
y los salarios millonarios.
"Terremoto Joe", otro de los calificativos por los que era
conocido, comenzó a jugar béisbol organizado a los 18 años
con los San Francisco Seals de la Liga del Pacífico, categoría
triple A.
En 1933 y bajo la divisa de los Seals, tuvo una racha de 61 partidos
consecutivos conectando de imparable, la más larga hasta el momento
en la historia del béisbol americano.
En 1934 comenzó una relación de 15 años con los
Yankees, a veces idílica, otras tumultuosa, como su matrimonio con
Marylin Monroe.
En el mismo año de su début en las Mayores, en 1936, terminó
con promedio ofensivo de .323 con 29 cuadrangulares y 125 compañeros
remolcados para la goma. En la campaña de 1937 bateó 46 jonrones,
la cifra más alta lograda hasta la fecha por un bateador derecho
de los Yankees.
Desde entonces comenzó a tejer su leyenda de jugador exepcional
y según los estudiosos de la materia, la forma de bateo de DiMaggio
no ha sido igualada por ningún otro jugador en épocas posteriores.
Su poderoso y sincronizado "swing", sus fuertes muñecas
y su vista de águila le permitían conectar con facilidad para
cualquier banda.
Numerosas enciclopedias del béisbol señalan a DiMaggio
como uno de los jugadores más completos de todas las épocas.
Muchos apuntan que DiMaggio nunca hizo un tiro equivocado a las bases.
Aún hoy ostenta la mejor marca defensiva para un guardabosques de
los Yankees, cuando en 1947 finalizó con el asombroso promedio de
.997.
Sin ser un hombre extremadamente rápido, su inteligencia en bases
era proverbial. Durante algún tiempo sus vídeos fueron utilizados
como material de estudio de jugadores novatos, para aprender a tomarle el
tiempo exacto al lanzador en el momento del robo de almohadillas.
DiMaggio jugó 13 temporadas para los Yankees, desde 1936 hasta
1942 ininterrumpidamente -cuando fue a cumplir su servicio militar- y de
1946 a 1951 en que se retiró.
Su promedio de bateo de por vida fue de .325, con un total de 2.214 imparables
en 1.763 juegos, 361 cuadrangulares y 1.537 carreras impulsadas en 6.821
turnos al bate.
Resultó 11 veces seleccionado para el Juego de las Estrellas,
y disputó en 10 ocasiones la Serie Mundial (finales) de Grandes Ligas,
en varias de las cuales tuvo momentos estelares que ayudaron a decidir el
título.
Luego de su hazaña de los 56 juegos bateando de hit en la campaña
de 1941, DiMaggio esperaba un aumento salarial pero Ed Barrow, entonces
gerente general de la franquicia, propuso rebajarle 2.500 dólares.
En 1949, y tras amenazar con dejar el equipo, DiMaggio recibió
de los Yankees 100.000 dólares, sería el mejor pagado.
Cuando se retiró el 11 de diciembre de 1951 aún conservaba
sus geniales facultades, pero un promedio de bateo de .263 en ese año
le hizo creer que su rendimiento iba mermando y, atleta de una vergüenza
extrema, no quiso desfraudar a sus seguidores.
Como homenaje a su extraordinaria carrera el mismo año de su despedida
del béisbol activo, los Yankees retiraron de su nómina el
número 5 que DiMaggio usó siempre en su franela.
En 1955 fue elevado al Salón de la Fama del Béisbol y en
1976 la Asociación de Periodistas de Béisbol de Grandes Ligas
escogió la racha de hits consecutivos lograda por DiMaggio en 1941
como el Momento Más Memorable en la historia de la Liga Americana.
En sus últimos tiempos, ya minado por el cáncer, siguió
llevando a niños y jóvenes su mensaje de amor al béisbol
y dejó en todos la huella perdurable de haber conocido a una de las
más grandes leyendas del deporte universal.

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