E s fácil de comprender que en treinta y cinco años haya muchos cambios en cualquier país. Casi todos son para mejor y muestran el progreso.Mi viaje de nostalgia a Chile, donde estudié Sociología me mostró esta ciudad de siete millones de personas convertida en una del primer mundo desarrollado.
Siempre he sostenido que la base del desarrollo es el trabajo y la disciplina. Cuando veía a los conductores detener su vehículo para que pasáramos las calles en sus sitios de seguridad, pensaba que eso no podía suceder por el momento en Panamá.
No se ven "patacones" de basura en la capital chilena, donde sus calles están rodeadas de hermosos árboles.
No pudimos ver automóviles "cacharpas", amarrados con alambre y sogas, como hay en mi país. Allá los retiran de circulación.
Al llegar el taxista turístico nos advirtió: "no le ofrezcan dinero a un Policía si hacen algo indebido. Los acusarán de soborno".
Con malicia pensé que eso era "igualito" que en Panamá, donde no es nada raro "coimear" a un uniformado para evitar una multa.
Enormes auto-pistas permiten un tránsito fluido por Santiago de Chile, donde los buses"transantiago" (los famosos "transmilenios" que querían poner aquí), circulan por sus vías sin mayores problemas.
Como toda ciudad del Primer Mundo, hay un efectivo "metro", que transporta millones de pasajeros al día debajo de la ciudad.
Por los sitios que transitamos no vimos "graffitis" ni paredes pintadas con insultos. Pero nos dijeron que en sectores más populares se podían ver algunas.
En este Panamá el mal gobierno PRD le tuvo miedo a los transportistas y no quiso solucionar el problema de manera definitiva.
En lugar de gastarse casi doscientos millones de balboas en un parque para disfrute de unos cuantos en la Avenida Balboa, se debió hacer un subterráneo o un transporte aéreo. Esa sería una solución efectiva a largo plazo. Pondría a Panamá como ciudad del Primer Mundo y no la "chusmática" que es ahora respecto al transporte de pasajeros.
Casi no se ven policías por las calles, porque existe un sistema de vigilancia por cámaras. Vimos lo efectivo que fue al ocurrir un accidente de tránsito fatal frente al hotel. En minutos estaba todo el equipo de rescate y atención médica.
Se siembran seis millones de árboles al año para combatir la contaminación ambiental de la ciudad. La vida es más cara que en Panamá, pero usted ve avisos pidiendo empleados.
Los periódicos cuestan casi un dólar. No vimos niños pidiendo plata en semáforos.