Seis días después de la traqueotomía a la que fue sometido, el Papa Juan Pablo II anuló la tradicional audiencia del miércoles, aunque el Vaticano insiste en que ya ha vuelto a trabajar, su salud "evoluciona bien" y estudia cómo presidir las ceremonias de Semana Santa.
Decepcionados por la anulación de la audiencia del miércoles, cientos de peregrinos, la mayoría provenientes de Polonia y Estados Unidos, se acercaron al hospital romano con la esperanza de ver de nuevo al Papa detrás de las ventanas de su habitación, desde donde bendijo por sorpresa el domingo pasado a todos los católicos.
No lo pudieron ver pero recibieron noticias tranquilizantes sobre la evolución positiva de su convalecencia.
El alcalde de Roma, Walter Veltroni, aseguró que la salud de Juan Pablo II "evoluciona bien", tras una visita al hospital Gemelli.