Para el sociólogo, la preferencia de la juventud por el reggae es algo típico de la época, seguido por su ritmo pegajoso.
Además agregó que muchas de las letras de estos reggae, logran captar la atención de una juventud rebelde, que se siente excluida por una sociedad adulta, que quiere imponer sus reglas.
Otro que está convencido que la violencia no es una consecuencia directa del reggae es el sociólogo Marcos Gandasegui.
Desde el punto de vista social, los artistas componen este tipo de música como una respuesta a la violencia que se vive en el país.
La falta de empleo, la pobreza y el hambre que se vive en nuestras sociedades, son los detonantes de la violencia, no determinado género musical, aseguró Gandasegui.
A la conclusión que llegaron los sociólogos es que en Panamá urge un cambio en las políticas sociales, en donde la distribución de las riquezas lleguen todos los sectores .
Además están convencidos que a nivel mundial, los artistas están comprendiendo que la línea de una buena música es aquella que invita al respeto a la vida, a la paz y espiritualidad. Para la juventud vale más un buen ritmo pegajoso, que una canción con contenido, concluyeron los entrevistados.