Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy listos para el Clásico de Azuero, ese festival de emociones, sólo comparable con el carnaval, donde la alegría será la tónica desde el mismo primer episodio.
Hoy, habrá guerra de barras, competencia de mujeres hermosas, batalla de colores (amarillo y naranja) y un reto singular de murgas, donde la "Mingambrea" invade Las Tablas, para ganar una batalla a su competidor, la "Consuegra".
Hoy se destapa la champagne de la pelota criolla, hoy toca cielo la emoción y el béisbol se viste de gala. El Olmedo Solé se quedará pequeño, y los aficionados colgarán por gajos de las ramas de los árboles. Otros subirán a camiones detrás de la cerca de cemento y los más intrépidos, subirán a las tumbas en lo profundo del jardín central, para ver un juego desde tierras del más allá.
Ese será el Clásico de Azuero, el mismo que lleva a decenas de aficionados a sentarse detrás del "home play", con sillas amarradas a la cerca y con radios sembrados a sus orejas.
El campesino llega con su cutarra y su mejor sombrero; la mujer bella santeña con su prenda típica y los muchachos ilusionados para conocer una chica en las tribunas.
Hablaba con "Yoyi" Tello de la tropa herrerana y me informaba de la presencia de una gran cantidad de aficionados, todos vestidos de amarillo, y con una murga que suena en nueve entradas completas.
Hoy será de fiesta, será la batalla del "Río La Villa", con equipos de lujo, encendidos.
AHORA UNA PREGUNTA QUE NO PUEDE FALTAR:
¿Quién ganará la versión 181 del Clásico de Azuero, esta tarde en el Olmedo Solé?
En este partido me voy con la tropa de Aristides Bustamante. Voy con Los Santos, para el juego de hoy, con un lanzador de talla internacional como Camilo González en la loma y un equipo que quiere salir de esa mala racha. Los Santos se ha ido al piso, pero siempre juega a muerte contra Herrera y hoy pondrá más del 100% para sacar esa victoria.
Hoy tendremos a Earl Agnoly, jugando su primer Clásico de Azuero, en casa santeña. Herrera no será un "pastelito", su tropa juega a muerte y recupera a un hombre importante como Rubén Almanza. Como dice "Chéquele" Samudio: "Estos son los momentos del béisbol que nadie quiere perderse por nada".
¡Viva, el béisbol!